“Cuando la Iglesia no siente simpatía hacia el mensaje de la libre gracia de Dios — ¡cuando tal vez lo considera demasiado antipedagógico y quién sabe si hasta demasiado peligroso! —, y cuando no ama a la gente, ¡cuando se presenta ante la misma con excesiva precaución y sale a su encuentro con demasiadas recriminaciones!, cuando siente temor ante ese mensaje y se hace para la gente demasiado piadosa y moralizante, ¿qué es entonces la Iglesia? ¡Nada, absolutamente nada!”
Barth, Karl. Ensayos Teológicos. Herder, 1978. Pág. 90