En este Lunes Santo, nos acercamos a una escena cargada de símbolos, amor y escándalo. Jesús ha vuelto a Betania, a casa de Lázaro, el amigo que había sido devuelto a la vida. En medio de una cena sencilla pero profundamente significativa, se celebra algo más que un reencuentro: se proclama que la vida es más fuerte que la muerte.

María unge los pies de Jesús con un perfume costoso. Lo seca con sus cabellos. Y la casa entera se llena del olor del nardo. Marta sirve, Lázaro está presente, la comunidad celebra. El gesto de María es puro derroche, una entrega amorosa y escandalosa que incomoda. Judas protesta, los líderes religiosos conspiran. Pero Jesús acoge ese gesto como anuncio: se acerca su sepultura, y aun así, Él elige amar.

Este pasaje nos invita, en el inicio de la Semana Santa, a reconocer que la fe verdadera no se expresa desde el poder ni desde el juicio, sino desde la ternura y la gratuidad. Que el seguimiento de Jesús no consiste en mantener el control, sino en llenar el mundo del perfume del Reino.

Frente a la muerte, Jesús no responde con miedo, sino con vida. Frente a la religión sin compasión, responde con un amor encarnado. Y frente a quienes quieren silenciar la esperanza, responde con presencia, mesa compartida, comunidad viva.

Tómate un momento para orar, leer, escuchar y dejarte tocar por la Palabra.
Devocional semanal – lunes 7 de abril de 2025 IEE

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