Agradecimiento y paz,
Filipenses nos pone ante toda una teología practica de la oración enfocada en la gratitud que nos lleva a la experiencia de la paz. Una experiencia que, a ojos del autor, es superior al conocimiento o entendimiento. La oración desde el agradecimiento, entendida a la vez como expresión y creación de nuestra experiencia de vida, nos lleva a vivir y disfrutar de la misma como un regalo y librarnos de la lógica y tiranía de una meritocracia deshumanizadora.
La vida no es una recompensa que merecemos y de la que que nos podamos jactar porque nos la hemos ganado, sino un regalo. No es obra nuestra, o la gracia no sería gracia. Todo lo que podemos hacer es ser lo que el Espíritu de Dios nos hace ser, y estar agradecidos a Dios por las riquezas de vida que nos ha otorgado.
La práctica de una actitud, intencionalmente elegida, de gratitud nos ayudará a llevar a una relación más adecuada con la vida misma, permitiendo que la vida y el amor fluya en nuestro beneficio y de los demás. La humildad, la gratitud y darnos en amor a los demás son, probablemente, respuestas más apropiadas ante el inmenso regalo que se nos ha otorgado.
¡Qué tengáis un feliz día!
@ismaelgramaje