“El Espíritu que está en vosotros es vida” Rom. 8: 10
Si el Espíritu es vida, sin duda, la expresión de nuestra espiritualidad debe orientarse a todo aquello que dignifique, honre, engrandezca, promocione o defienda esa vida en nuestro entorno.
Optar por la vida es involucrarse con todo aquello que contribuya a la liberación y dignificación del otro y cuando hablo del otro me refiero a las personas, pero no sólo a ellas, sino a la de todo ser vivo. Creo que a día de hoy, ineludiblemente, la opción por la vida pasa por superar el antropocentrismo, y egocentrismo que nos ha caracterizado a lo largo de la historia.
Por el contrario, lo opuesto al espíritu no es la materia -como tradicionalmente se ha apuntado- sino la muerte. Contribuir a la opresión, la injusticia, la deshumanización de las relaciones humanas o el ecocidio que estamos protagonizando.
¿Qué es ser espiritual? ¿Qué tipo de espiritualidad practicamos y promocionamos en nuestras comunidades? Sé que la respuesta puede contener innumerables matices pero la frase de Pablo me hace reflexionar al respecto y me resulta inspiradora para hacela relevante en la realidad del siglo XXI.
¡feliz día!
Ismael Gramaje