Juan 17:21
La unidad del pueblo de Dios no puede ser un espejismo, no puede ser algo que de vez en cuando ocurre, no puede ser una ficción. La unidad, como gracia, no se fundamenta en opiniones, sino en la experiencia de encuentro con el Resucitado. Sin unidad, la misión que se nos ha encomendado es un imposible.
(De una predicación que expuse el pasado domingo en Zaragoza)